viernes, 27 de agosto de 2010

Tripeando

Se puso el traje de humano a las apuradas, todavía afectado por la pesada somnolencia de la incómoda siesta. Un torrente de acordes fusionados con los motores, las bocinas y los gritos, soundtrack del cemento, eran combustible para su corazón sobre-exigido. La gente sin cara irrumpía a toda velocidad y se hacía vapor al momento de lo que parecía un impacto fatal. Así, aturdido, como por ósmosis, dirigido por sus instintos deambulaba esa tarde y le pesaba el traje, le pesaba todo.


Lo concreto comenzó a derretirse y era brea multicolor, pero sin gracia ni vida. Olas lentas y rasposas, doblándose desde lo alto, tapando el cielo, queriendo inventar una noche sin estrellas y sin luna. Ya no era noche, era negro ausente plagado de nada que cubría todo, inclusive a él.


El cuerpo apretado, ni los poros podían respirar, y el tiempo también indefinible. No recordó si fue un momento o una eternidad lo que duró hasta que un punto brillante de blanco rompió esa existencia indescifrable y comenzó a expandirse, liberando de a poco su nariz, su cara, el cuerpo todo. El ruido disminuyó hasta el punto de sólo oír la brisa clara rebotando en sus oídos.


Pero ya era tarde.

Él también quería ser vapor.

4 comentarios:

Dominique Calzone dijo...

Muy buena Naguer... este pego un viajecito parecido al de un amigo jajaja

psycho keller dijo...

Muy vívido, especialmente la parte de la gente irrumpiendo golpe fatal. Me gustó que transmite, no me gustó tanta poesía. Pero es cuestión de gustos eso.
Buenísimo leerte!

Juan Lebowski dijo...

Buena observación Miss Keller. Comparto lo que dice de los excesos poéticos. Estoy en deuda, entre otras cosas, con la síntesis. Gracias por tomarse el tiempo de leer y opinar. Beso!

faustine dijo...

100 gr de fantasía
200 gr de realidad
25 gr de oscuridad
1 cdita de luz fugaz
Me gustó mucho Juan! No sé si es la hora de la mañana, pero me metí 3D con el Sr. Wanna be Steam.
Besos!