en lo que fue restinga
crustáceos milenarios
perduran cual dioses.
En lo bajo,
nuestras pisadas
hunden el canto rodado,
nos representan mudas
y se las lleva el mar.
El mar,
ese espejo primigenio,
eterno vaivén
adonde inevitables
tendremos que volver.
1 comentario:
"el mar, ese espejo primigenio"
linda poesía.
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