martes, 2 de marzo de 2010

La metamorfosis

Punto rojo en mi ojo. Nadie lo llamó pero ahí esta. Un punto rojo en mi ojo izquierdo. Su origen es desconocido, aunque susceptible de varias hipótesis (ninguna científica):

Hipótesis 1: Es la génesis de una nueva pupila que me permitirá ver lo que sucede en el infierno.

Hipótesis 2: Se trata de una frutilla ocular, postre favorito de los come ojos yugoslavos (deberé evitar entonces visitar cualquiera de los países de la ex Yugoslavia).

Hipótesis 3: El vestido rojo de la profesora de filosofía dejo su firma luego de tantas horas de inspeccionarlo exhaustivamente.

Hipótesis 4: Es ira acumulada.

Hipótesis 5: Tanta imagen desagradable, tanta cosa fea que pasa en el mundo y te entra por la vista determino que a mi ojo izquierdo le explote el corazón (esto se funda en que el punto rojo es en mi ojo izquierdo y no en el derecho).


Ojo rojo todo. Cómo un hijo de Marte que me mira en el espejo, con el tiempo el ojo se volvió todo rojo. Fui descartando hipótesis. Encontré en Google fotos de frutillas oculares y no son ni parecidas. Si hubiera sido el vestido rojo, no se explica cómo antes no se me tatuaron los ojos verdes de mi otro amor no correspondido. “El corazón de la vista no explota, simplemente, porque no existe” (me dijeron en el hospital italiano). Últimamente no estoy tan iracundo cómo de costumbre. No veo nada parecido al infierno. Quizás ya estemos en él. Por el contrario cada vez que cierro mi ojo derecho todo parece más agradable, más suave, más bello.


No sólo rojo el ojo. Parezco una manzana acaramelada gigante, con rulos en vez de pochoclos. No tan brilloso es verdad, pero bastante parecido. Me da vergüenza salir a la calle. Hace una semana que estoy encerrado en el departamento. Escribo cartas de amor para todas las mujeres con las que estuve. En realidad escribo cartas para todo el mundo, para mis amigos, mis familiares, gente que conocí que me cae bien. A aquellos con los que alguna vez me pelee o les hice algo feo les escribo pidiéndoles disculpas. Veo tele y pese a las malas noticias soy optimista y creo que en algún momento todo va a cambiar, los políticos se van a dar cuenta que si nos va bien a todos les va mejor a ellos, que la guerra no sirve para nada y cosas por el estilo. Veo películas románticas y lloro. Escucho a Norah Jones y lloro. Lloro mucho, por cualquier pavada lloro. Pero de felicidad. También estoy cocinando mucho y no entiendo todavía porque, pero cada nueva comida que hago parece ser la mas rica que probé en mi vida. Puse unas plantas en el balcón y están creciendo a pasos agigantados. A ellas también las quiero.


Un tiempo largo después... 3 meses, ponele.


Todo rojo. De pronto mi cuerpo se extendió por completo. Me esparcí primero por el departamento, pintando todo de mi color. Después el edificio, las calles, los otros edificios. Me metí en todas las personas. Hasta el más hijo de puta parecía tener algo bueno. En un momento pensé que me había transformado en una representación viva de la pasión, pero no. Creí que era todo amor. Que yo era la encarnación del amor. Con el tiempo me di cuenta que no era.


Que todo estuviera tan cercano a la belleza, a la perfección, empezó a molestarme. Mucho. No podía soportarlo, al punto de que me lastimaba. No entendía porqué el mundo sonreía, porqué podían hacerlo habiendo tantas cosas que estaban mal. En ese momento creía que pensar esas cosas quizás se debiera a algún atisbo de humanidad que permanecía en mi. No, tampóco era eso.


Pasaban los días y empecé a sospechar lo peor. Había empezado a abusar del hecho de estar en todas las cosas. Las rompía por dentro, clavaba uñas en el corazón de las personas o metía ideas terribles en sus cabezas.

No lo creía, pero todo apuntaba a una dirección. Si aquello que antes consideraba bello hoy me parecía tan horrible, me generaba tantas ganas de destruirlo, no quedaba más opción.


No termine de creerlo hasta que Él se presento. Y con toda su omnipotencia en un segundo me explicó todo.


Efectivamente amigos, creanme cuando les hablo. Me he convertido en el Diablo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muuy Bueno! Me encantó

Ailin dijo...

Estoy con esos nervios de los dias previos al exam, con insomnio hace dias, asi que estudiando hasta altas horas de la mañana, es decir, tipo 8 o 9 am... y en un momento de caos mental, en que casi tiro todos los libros por la ventana, dije musica musica, necesito musica, entonces, recorde que tenes una hermosa seleccion de esa diva de la vida, aqui, asi que entre... gracias por la musica Juan! en esta madrugada hacia falta... de veras
Besos!