lamuzzainspiradora
jueves, 13 de octubre de 2011
Fotosíntesis
Respirarte
Respirarnos
Estar
Sin Pensar
Vegetar
-Personas, máquinas y ruidos-
Afuera pasa todo
lo que no importa
y
acá
dejar la cama es morir.
Al respirarte,
al respirar,
te
encontré.
jueves, 25 de agosto de 2011
Atlántico
lunes, 22 de agosto de 2011
Ignorante felicidad
jueves, 4 de agosto de 2011
Q&A
martes, 26 de julio de 2011
#Freedom
el mismo por el cual
encontré su esencia
(presencia)
y perdí la mía.
por la historia,
(aunque sea prematuro
Sos libre,
Y no.
Te digo.
Punch
ya no se si me animo
a morir por mis ideas.
martes, 5 de julio de 2011
Previsiones (Tomás II)
Desvanece
Titila el cursor,
simple metáfora de una compleja existencia.
Cierro los ojos imaginándote,
queriendo ser eso,
y siendo esta nada
escribiendo
te
escribo
para
no perder
me
perder
te
con el deseo de
que
esto cambie.
Con fe en
que
Va a aclarar,
cuando encuentre una canción más triste
y te sienta en mis manos.
Como si estuvieras.
Como si existieras.
Vas a aclarar,
cuando deje esa idea
cuando te encuentre otro envase.
Como si no estuvieras.
Como si no hubieras existido.
El Artista
Reborn
domingo, 2 de enero de 2011
Fin (Que no fué).
Me divierte la idea de pensarla como un mensaje en una botella arrojada al mar.
viernes, 31 de diciembre de 2010
TEMPUS FUGIT (pero...)
viernes, 15 de octubre de 2010
Tomás
La rocola seguiría pasando viejos discos de Gershwin hasta que la botella dorada se acabara (cómo ya se habían acabado los hielos) y así no habría más que beber, no habría más excusas para dejar de pensar en ella y en la desproporción que existía entre el inconmensurable tiempo y su escueta presencia.
En todas esas personas que pese a los años de antigüedad seguirían siendo extras en la película de su vida, y en el protagonismo inmediato que adquirió un primer beso que sin esfuerzo logró distinguirse entre tantos otros cuyas expectativas había aprendido a conformar cómo un camaleónico impostor.
En la histeria hormonal en la que se sumergía su cuerpo ante su delgada, filosa y casi punzante presencia de daga hecha mujer con huesos que pinchaban, por tetas que eran gotas afrancesadas que lastimaban sus sentidos y en esas lluvias hirientes que ya no disfrutaba tanto.
En haberla elegido para abandonar planes con destino acolchado y simple, con programas que aseguraban mas caricias que golpes.
En volver a luchar como hace tanto no luchaba (si es que alguna vez luchó por algo).
En contradecirse cuando dijo que por amor jamás habría de mendigar.
En la angustia de Kierkegaard que tanto leyó y creyó experimentar, con la que sólo tan cómodo estaba.
En eso tan nimio que sentía lo acercaba a su humanidad elegida, entre tantas cosas que querían imponerle, entre el espectro de temas banales que estaba cansado de discutir con aquellos con los que discutía, amigos, y un concepto de amistad cada vez más borroso e insostenible.
Era un buen momento para volver a creer en Dios pero esa ausencia ya era irrecuperable también, por su culpa o por otra cosa, no importaba.
Sólo, en el simbólico inframundo de ese bar de cuarta, cruzó sus brazos e hizo un nido para su cabeza. Y las luces se apagaron.
domingo, 3 de octubre de 2010
globo
Lacio y sutil despertar
sin paredes ni límites.
Levito en las alturas
ajeno a todos los miedos.
El universo es sólo mío
hasta que un perfume
encontrado en mi almohada
quiebra el monismo
trayendo la pluralidad,
trayéndola,
y otra vez el caos.
Me levanto para tocar el piso,
para volver al cuerpo
y pienso porqué.
Pienso,
En lo retorcido de no buscar la calma,
de ir primero al huracán
para esperar que termine.
martes, 14 de septiembre de 2010
Raptus nihilista
Cuando tus pasos coordinan
sin darse cuenta
con el verde del semáforo,
con la lista perfectamente aleatoria,
con el viento en la cara,
con las curvas de esas chicas
de sonrisas altruistas,
con los gestos sin palabras,
convidando un cigarrillo
a un extraño que resulta conocido.
En esos minutos de caminar
unas pocas cuadras,
donde al fin sentís
que todo,
absolutamente todo,
te chupa bien un huevo.
Ahí,
te hiciste el día.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Wicked game
La brújula no está rota pero resulta ilegible.
Variación electromagnética que irradia alguien.
Seguro alguien es, o alguien-es (plural).
O aliens que alienan. Por lindos que se yo.
Mejor sería olvidarse del azar, sobre todo
cuando quiere engañar diciendo que puede ser controlado
(ya todos saben que carece de esa facultad).
Para mentira hoy manda la histeria
que no sólo es más divertida,
también es mejor actriz,
al punto de no dejarnos saber
quien le esta mintiendo a quién
o si nos mentimos nosotros mismos,
creyendo ser actores en vez de espectadores.
El tiempo (siempre el tiempo)
borrará tu maquillaje y al final borrará todo,
cuando otra vez el mejor momento sea justo antes.
viernes, 27 de agosto de 2010
Tripeando
Se puso el traje de humano a las apuradas, todavía afectado por la pesada somnolencia de la incómoda siesta. Un torrente de acordes fusionados con los motores, las bocinas y los gritos, soundtrack del cemento, eran combustible para su corazón sobre-exigido. La gente sin cara irrumpía a toda velocidad y se hacía vapor al momento de lo que parecía un impacto fatal. Así, aturdido, como por ósmosis, dirigido por sus instintos deambulaba esa tarde y le pesaba el traje, le pesaba todo.
Lo concreto comenzó a derretirse y era brea multicolor, pero sin gracia ni vida. Olas lentas y rasposas, doblándose desde lo alto, tapando el cielo, queriendo inventar una noche sin estrellas y sin luna. Ya no era noche, era negro ausente plagado de nada que cubría todo, inclusive a él.
El cuerpo apretado, ni los poros podían respirar, y el tiempo también indefinible. No recordó si fue un momento o una eternidad lo que duró hasta que un punto brillante de blanco rompió esa existencia indescifrable y comenzó a expandirse, liberando de a poco su nariz, su cara, el cuerpo todo. El ruido disminuyó hasta el punto de sólo oír la brisa clara rebotando en sus oídos.
Pero ya era tarde.
lunes, 2 de agosto de 2010
Magic Kingdom
A mis amigos, esos maravillosos caballeros de la noche que osan acompañar mi a veces feliz camino hacia las cenizas.
Abundan adagios con aires de puerto
y mil verdades de perogrullo,
bailando entre el humo y los frutos
que desechan su primigenia forma,
mutando en innecesarias excusas
para nuestra ignorante felicidad.
Ribetes de oscura ilusión,
destellos de genialidad.
En este caos de sangre azul,
la magia es sólo una reina más
y como todas, no bastará.
Suena el himno que conmueve
nuestra no tan vana existencia,
como campanas que sacuden
un corazón que homogeniza
para ser todos y ser uno a la vez.
¿Donde empieza la elección
cuando se funde con el instinto?,
¿Dónde se han redactado
las aprehendidas normas
de este ejército lunar?
Perder, a veces no es derrota
cuando hay un digno rival,
más no lo será nunca
si a su lado he de pelear.
lunes, 5 de julio de 2010
Sincronizado
cae y es uno con el asfalto.
Los edificios se evaden
y todo es gris.
Gris que se multiplica
en los muchos espejismos
que forman este desierto.
Ya poco importan las cosechas,
ricas en frutos
de siembras pretéritas.
Siempre falta algo,
nunca es suficiente.
Debo estar vivo.
sábado, 12 de junio de 2010
City
Tus ansias de apeirón que a veces creo,
cuando todo parece surgir en vos,
cuando todo parece querer volver.
El disfraz se hizo carne que muestra tus cicatrices.
Tu idea aterriza sobre vos misma,
y ahora sos cada vez más vos.
Más vos, para mi.
Por suerte.
Hostilidad momentánea
que no opaca, hace lucir
tu esencia hermosa y maldita.
Te conozco de antes y te conoceré,
tantas veces como las que he de volver.
Y siempre sabré que no es cemento
sino tus aires, aquello por lo que siento.
Me duelen los pies de tanto acariciarte.
domingo, 9 de mayo de 2010
Ctrl+Z
Lluvias eternas que ahoguen las ideas que están y las que van a estar.
Monstruos japoneses de kilómetros de altura que destruyan los palacios.
Un conjunto de plagas que azoten sin piedad toda la existencia.
Bomba atómica y misiles teledirigidos a la extinción de la belleza.
Una omnipotente goma de borrar toda la materia concreta y abstracta.
Todo eso necesito, más todo aquello que no se me ocurre.
Todo eso haría falta, y no alcanzaría.
Cómo un Big Bang, pero a la inversa.
Todo eso.
Y todavía te pensaría.
viernes, 7 de mayo de 2010
Ar, Er, Ir...
Malestar, dudar, negar, aceptar, dejar.
Olvidar.
Tener, parecer, perder, padecer.
Ver, entender, hacer, merecer, querer.
Ser.
Dirimir, redimir, divertir, aburrir.
Compartir, recibir, vivir, morir, existir.
Repetir.
Entender que no se puede entender
es el fin y es el principio, de otro fin.
Desear, encontrar, probar, disfrutar...
miércoles, 14 de abril de 2010
Amor Aleatorio
Te escuche al despertar, y la paz no tardó en llegar.
Y cuando creía que nada me haría levantar,
Tu invitación a la ducha, tuve que aceptar.
Medialunas de jamón y queso, mucho café,
Y me acompañaste al trabajo, cantando despacio.
En un sinfín de besos suaves pareció que te despedías.
Pero seguías ahí cada vez que miraba la ventana.
Queríamos tocarnos y disfrutarnos.
El deseo protagonizó la mañana gris,
Que por momentos se volvió eterna.
Pero a la hora señalada, bajé del ascensor y ahí estabas.
Esperando.
No importó si era a mi a quién esperabas.
Te convencí de ir a caminar sin rumbo.
Mientras escuchábamos a Los Alamos,
y cantabas otra cosa igual de hermosa.
Me acariciabas mientras fumaba, siempre tan delicada.
Jugamos con la aleatoriedad de las baldosas flojas,
Con la imposibilidad de reconocer cual me iba a mojar,
Y te reías cada vez que me mojaba.
Te reías claro, porque vos también sos aleatoria,
Porque apareces cuando tenés ganas y yo no,
Yo siempre estoy.
Porque aquella vez que quisiste dejar de ser aleatoria,
Y caíste en Cusco para perdurar,
Casi me arruinas las vacaciones.
Casi no nos volvemos a amar.
Hasta te quise cambiar por otra, recuerdo,
otra que por suerte no me supo merecer.
Pero acá estamos, juntos de vuelta.
Juntos cuando tenés ganas, claro.
Riéndonos de cómo me mojo con las baldosas flojas,
Que son aleatorias cómo vos,
Que son aleatorias por vos.
domingo, 11 de abril de 2010
Juguetes perdidos (en otra dimensión)
Tan distinto de ayer.
Universo tangente, aislado, único en su galaxia.
Universo ajeno e impropio.
¿Todo tuyo?, Nada mío.
Día raro hoy.
Más frío que ayer.
Acá no hay sol, ni soles.
Los tuyos no existieron jamás.
Vacío y oscuridad.
No hay tiempo, sólo las circunstancias de ayer y hoy.
Este instante es más de ayer que de hoy.
Más de ayer, más de vos, nada mío.
Juego con los juguetes ni siquiera prestados.
Encontrados, tal vez.
Pero no es este un universo lúdico cómo aquel.
Aquí entretiene lo que no se tiene.
Pero no es este un universo fácil cómo aquel.
Aquí no hay dioses, ni ángeles.
No existen letras, ni alientos dulces.
No están las puertas para volver.
Aquí todo es uno y uno es todo.
Salvo yo, ausente y distinto.
Y mi cabeza, hundida en ayer.
viernes, 2 de abril de 2010
Uno, cinco, dos.
El colectivo, Lo colectivo. Parecen todos ajenos a su individualidad, ensimismados ad honorem en uniformes que se baten a duelo con la belleza de cada uno. Incluso algunas de ellas pierden (en realidad todas pierden), escondiendo un mayor o menor porcentaje de su gracia.
El tibio sudor, los ojos bien abiertos y atentos esperando que se abran las puertas de lo usualmente invisible.
Se enciende el proyector a plena luz del día. Proyecta vida en diapositivas.
Aún no sé de que lado estoy, pero de pronto todo es tan perfecto, tan quieto y gratuito.
Todo avanza inmóvil mostrándome paisajes de cemento histórico, que hoy es demasiado mío como no sabía que podía ser.
Pocos saben que es de ellos también.
martes, 2 de marzo de 2010
La metamorfosis
Punto rojo en mi ojo. Nadie lo llamó pero ahí esta. Un punto rojo en mi ojo izquierdo. Su origen es desconocido, aunque susceptible de varias hipótesis (ninguna científica):
Hipótesis 1: Es la génesis de una nueva pupila que me permitirá ver lo que sucede en el infierno.
Hipótesis 2: Se trata de una frutilla ocular, postre favorito de los come ojos yugoslavos (deberé evitar entonces visitar cualquiera de los países de la ex Yugoslavia).
Hipótesis 3: El vestido rojo de la profesora de filosofía dejo su firma luego de tantas horas de inspeccionarlo exhaustivamente.
Hipótesis 4: Es ira acumulada.
Hipótesis 5: Tanta imagen desagradable, tanta cosa fea que pasa en el mundo y te entra por la vista determino que a mi ojo izquierdo le explote el corazón (esto se funda en que el punto rojo es en mi ojo izquierdo y no en el derecho).
Ojo rojo todo. Cómo un hijo de Marte que me mira en el espejo, con el tiempo el ojo se volvió todo rojo. Fui descartando hipótesis. Encontré en Google fotos de frutillas oculares y no son ni parecidas. Si hubiera sido el vestido rojo, no se explica cómo antes no se me tatuaron los ojos verdes de mi otro amor no correspondido. “El corazón de la vista no explota, simplemente, porque no existe” (me dijeron en el hospital italiano). Últimamente no estoy tan iracundo cómo de costumbre. No veo nada parecido al infierno. Quizás ya estemos en él. Por el contrario cada vez que cierro mi ojo derecho todo parece más agradable, más suave, más bello.
No sólo rojo el ojo. Parezco una manzana acaramelada gigante, con rulos en vez de pochoclos. No tan brilloso es verdad, pero bastante parecido. Me da vergüenza salir a la calle. Hace una semana que estoy encerrado en el departamento. Escribo cartas de amor para todas las mujeres con las que estuve. En realidad escribo cartas para todo el mundo, para mis amigos, mis familiares, gente que conocí que me cae bien. A aquellos con los que alguna vez me pelee o les hice algo feo les escribo pidiéndoles disculpas. Veo tele y pese a las malas noticias soy optimista y creo que en algún momento todo va a cambiar, los políticos se van a dar cuenta que si nos va bien a todos les va mejor a ellos, que la guerra no sirve para nada y cosas por el estilo. Veo películas románticas y lloro. Escucho a Norah Jones y lloro. Lloro mucho, por cualquier pavada lloro. Pero de felicidad. También estoy cocinando mucho y no entiendo todavía porque, pero cada nueva comida que hago parece ser la mas rica que probé en mi vida. Puse unas plantas en el balcón y están creciendo a pasos agigantados. A ellas también las quiero.
Un tiempo largo después... 3 meses, ponele.
Todo rojo. De pronto mi cuerpo se extendió por completo. Me esparcí primero por el departamento, pintando todo de mi color. Después el edificio, las calles, los otros edificios. Me metí en todas las personas. Hasta el más hijo de puta parecía tener algo bueno. En un momento pensé que me había transformado en una representación viva de la pasión, pero no. Creí que era todo amor. Que yo era la encarnación del amor. Con el tiempo me di cuenta que no era.
Que todo estuviera tan cercano a la belleza, a la perfección, empezó a molestarme. Mucho. No podía soportarlo, al punto de que me lastimaba. No entendía porqué el mundo sonreía, porqué podían hacerlo habiendo tantas cosas que estaban mal. En ese momento creía que pensar esas cosas quizás se debiera a algún atisbo de humanidad que permanecía en mi. No, tampóco era eso.
Pasaban los días y empecé a sospechar lo peor. Había empezado a abusar del hecho de estar en todas las cosas. Las rompía por dentro, clavaba uñas en el corazón de las personas o metía ideas terribles en sus cabezas.
No lo creía, pero todo apuntaba a una dirección. Si aquello que antes consideraba bello hoy me parecía tan horrible, me generaba tantas ganas de destruirlo, no quedaba más opción.
No termine de creerlo hasta que Él se presento. Y con toda su omnipotencia en un segundo me explicó todo.
Efectivamente amigos, creanme cuando les hablo. Me he convertido en el Diablo.
sábado, 27 de febrero de 2010
Lo lógico es estar loco
Anarquista sentimental, fabricante inhabilitado.
Cuantas atribuciones que no me corresponden me ando tomando.
Produciendo melancolías, recuerdos pasados y futuros que nunca existieron ni existirán.
Todo con la excusa de un par de ojos, que probablemente, tampoco existan.
Esos ojos ya no son tuyos, son de todas o de ninguna.
Sólo estuvieron ahí de casualidad para arrojarle migajas a mi apetencia romántica que necesitaba (y seguirá necesitando) un banquete entero.
Como un oxímoron viviente en cada acto y en cada idea encuentro la semilla de la contradicción. Y es lógico. Lo lógico es estar loco.
Todo es tan raro, tan incomprensible, con vos, con todas, con el mundo, que la contradicción constante, la no afirmación total es la única vía hacia la calma.
Por eso existís y dejas de existir, y eso me importa y no me importa.
Me duele y me reconforta, ser dominador y dominado.
Por eso te espero y ya me hinchaste las pelotas.
Son certeras las dudas y dudosas las certezas, o al revés o las dos.
Es todo eso y también es nada. Heráclito, chocho.
lunes, 8 de febrero de 2010
10 días en Cusco
El valle libera, sin pedir permiso.
Sostienen la ciudad piedras inmensas, en muros infranqueables, en el suelo que parece más firme que lo habitual.
Los fantasmas, la mística, vencidos se dejaron seducir por las luces de occidente.
Motivos de agobio, varios.
La exagerada amabilidad nativa.
La lluvia eterna (que ya no inspira) y lastima también a las paredes de barro.
Nuestras ilusiones truncas de concretar la quidditas del viaje.
Plan B inobjetable, incancelable, el cómodo y atractivo reino de la luna.
Guitarras bilingües, efluvios artísticos (algunos verdaderamente fructíferos).
Aromas y sabores que alimentan el espíritu.
Dionisio juega de local también en Cusco.
El sopor final radica en lo extenso de la estadía.
Las voces del callejón se vaciaron.
¡Che, argentino boludo!
¡Compreme el gorro de alpaca, los cigarrettes o el poncho!
Los transas se multiplican como bacterias.
Porro, faso, cogollo, flor, canuto, coquita, hongos.
Amigo hagase un masaje, son 20 soles (no, no happy ending massage).
Y comerciando Ray Bans y relojes Armani en la Plaza de Armas ya se agotó la magia.
Ya no es pintoresco.
Y encima no estás.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Die Welle
En realidad, nada completa más a La Ola que aquél que logra andarla.
Entiende ella que es imposible dominarla, quizás porqué (raro esto) La Ola tiene conciencia de su imperturbable independencia. No obstante, es dadivosa hacia aquellos que lo intentan. Ni hablar de aquellos cuyo esfuerzo, estima La Ola, son merecedores de un viaje más largo, enriquecedor.
Tarde o temprano la ecuación es lo que tiene que ser.
La aleatoriedad, Don Hume, métasela en el culo.
Quién dio, recibirá.
Y quién pese a explotar sus posibilidades sucumbió ante el indomable fracaso, no sentirá tan duro el impacto con las rocas. Se emblandecerán.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Un tipo en un bar
“SALÓN PARA FUMADORES CON AIRE ACONDICIONADO”, eso necesitaba y a eso fue. El bar, claro, estaba lleno de tipos solos tomando café. La excepción a la regla eran dos viejas tomando el té y comiendo una pastafrola que se veía horrible, como de plástico.
Se sentó en el rincón junto a la ventana, dándole la espalda a casi todo el salón. Igualmente veía lo que sucedía tras él porque la pared era un inmenso espejo. Llamó al mozo y le pidió un café en jarrito, sólo. El ruido industrial de la maquina de café le recordó películas de ciencia ficción de su infancia. Llegó el café. Abrió un sobre de azúcar que tenía la leyenda: “Cada uno ve lo que quiere ver”. Pensaba en el tipo que escribía esas frases, que vivía de poner esas frases en un sobrecito de azúcar. Creía que era un buen trabajo, mejor que el de él al menos. Casi inmediatamente pareció arrepentirse de haber elegido ese lugar (el rincón), pero antes de levantarse vio en el espejo que no había otra mesa libre. Odiaba mirarse en los espejos. Le molestaba el reflejo, lo que veía. De alguna manera rara y casi patológica sentía que aquél no era él, que era otro tipo que intentaba imitarlo desde una dimensión alternativa.
Riéndose de si mismo y para pasar el tiempo, por mero instinto lúdico y experimental, estableció que su reflejo iba a ser efectivamente un tipo de otra dimensión (es increíble lo que puede estar pensando un tipo sólo en un bar). En realidad, creyó haber decidido algo pero lo cierto es que el juego derivó casi inconscientemente. Así estuvo durante varios minutos mirando de reojo al imitador. Levantando los hombros, jugando con las manos, con la cuchara.
Puta madre, hace por lo menos media hora que el tipo sigue haciéndolo. No para. Cada vez que levanto los ojos ahí esta, mirándome fijo. Otra vez alzo la mano izquierda para rascarme la barba y al instante el alza su mano derecha haciendo lo mismo. Giro la cabeza para ver quien pasa por la calle y el tipo hace lo mismo (Que piernas tiene esa mujer por Dios…). Bueno, parece que al menos no me quiere levantar dada la forma en que se fijó en la rubia. Una mirada exageradamente libidinosa, sucia. Me repugna un poco (¿yo me repugno?). Su presencia ya me esta molestando demasiado. Esta sensación de incomodidad se parece a estar sentado en el colectivo en esos asientos que están enfrentados a todos los demás, mirando hacia el fondo del bondi. Sumado a que me produce mareos (y conozco a varios que les pasa lo mismo), me tengo que bancar una avalancha de ojos mirando para donde estoy. Sé que no me miran a mi precisamente, pero están mirando para ahí, para adelante, pareciera que tirando rayos por los ojos, rayos que pasan cerca y que se esmeran en demostrarme fehacientemente que voy en contra de su mundo, que tendría que estar mirando para otro lado, que tengo que darme vuelta. Y cuesta tanto encontrar un hueco disponible para posar mi vista, alguna cosa sin vida, un pedazo de plástico que miente ser madera, todo es un caos de miradas y un rayo no puede chocar con otro porque eso implicaría mirar a los ojos de cualquiera y ahí perdí, algo perdí. La intimidad capaz, mi fuero intimo que se quiebra ante una mirada intrusa. O no. Si a nadie le importa un carajo de nadie, que manera de pensar al pedo. ¿Que hora será? (eran las 5 y 10). Que garrón estar sólo en un bar.
-Disculpá, ¿tenés fuego?
Creyó oír a su reflejo que le pedía fuego. Se preocupó por su salud mental (oír cosas no estaba incluido en las normas de su jueguito experimental del espejo). Debe ser este calor de mierda, pensó. Trató de divagar con otra cosa. El viaje a Mar del Plata.
-Ey, flaco… ¿tenés fuego?
(Ah, bueno. Estoy absolutamente desquiciado. ¿Que es esto? Ahora me hablan los espejos, la que me faltaba).
¡Mozo!, gritó el tipo del espejo y levanto el cigarrillo con una mano y con la otra hizo un gesto como de prender un encendedor.
Para, toma, acá tengo fuego.
Sacó el encendedor del bolsillo derecho, estiro el brazo y el encendedor golpeó contra el espejo. Rápidamente puso el encendedor sobre la mesa, casi sonrojado, avergonzado por que alguien lo hubiese visto intentando darse a fuego a si mismo. Vio en el espejo que el mozo se acercaba e imaginó que vendría a cobrarle. Sacó la billetera y giró a la izquierda preguntando cuanto era. Pero no había nadie. Del otro lado del espejo un mozo (que no era el mismo que lo había atendido) le daba fuego a un tipo que tenía exactamente el mismo traje que él, una corbata bastante parecida, un peinado similar, pero viendo bien, no era él. Sonrió. Tomó el encendedor, saco un cigarrillo y lo encendió.
-Shhh, ey… ¡flaco!, ¿No ves el cartel?, ¡El sector fumadores es del otro lado del vidrio!, le advirtió el mozo que lo había atendido.
El aire acondicionado también estaba del otro lado del vidrio. Con razón ahí hacía tanto calor.